“Tanto la vergüenza sana como la insana nos interrumpen, exponen, y nos desmoralizan, pero entonces las dos divergen: en la vergüenza sana nos conferimos poder a nosotros mismos para realizar acciones sanadoras, pero en la vergüenza insana nos despojamos de nuestro poder, haciendo poco más que buscar algún tipo de escape o actividad compensatoria. En la vergüenza sana somos conmovidos para realizar la acción adecuada (como reconciliarse), mientras en la vergüenza insana tendemos a congelarnos, convirtiéndonos a nosotros mismos en incapaces de realizar tal acción porque estamos tan ocupados flagelándonos a nosotros mismos que no vemos lo que se necesita ahora mismo.”
Traducido por Alejandro Villar
Robert Augustus Masters Both healthy and unhealthy shame interrupt, expose, and deflate us, but then the two diverge: in healthy shame we empower ourselves to take healing action, but in unhealthy shame we disempower ourselves, doing little more than looking for some sort of escape or compensatory activity. In healthy shame we are stirred to take fitting action (like making amends), whereas in unhealthy shame we tend to freeze, rendering ourselves incapable of taking such action because we’re so busy flagellating ourselves that we don’t see what’s needed right now.